Biólogos y zoólogos se dieron cuenta hace tiempo de que cuanto más inteligente es un animal, más juegan sus crías. Hay una relación directa entre el juego y el desarrollo y la estructuración del cerebro. L@s niñ@s juegan para aprender sobre el mundo que les rodea y sobre ell@s mism@s.
El juego les ayuda a descubrir (y auto-descubrirse), a explorar y a recrear situaciones e, incluso el juego más simple, posee capas y capas de significado. En este sentido el juego libre contribuye enormemente en el desarrollo cognitivo, la regulación de emociones, permitiendo a l@s niñ@s enfrentarse a situaciones de estrés mediante el desarrollo de habilidades de resolución de problemas y fomentando el uso de aproximaciones y enfoques creativos.
También es interesante la idea de describir el juego como un lugar. Un lugar dónde el niño puede ser el mismo, donde puede desarrollar conexiones que le permitirán establecer vínculos estrechos con el entorno y con sus compañer@s.
Existen dos clases de juego: El espontáneo y el dirigido. El juego espontáneo es aquel que surge por
iniciativa propia del niñ@, es decir, no hay adultos que influyan en la
decisión del niño. Un ejemplo de este tipo de juego sería cuando el niñ@ va por
la calle y decide pisar una baldosa sí y uno no, o al ir a cruzar por un paso
de cebra, pisar sólo las líneas blancas o sólo las líneas negras. Este tipo de
juego surge de forma instintiva y, como se ha comentado antes, sin la presencia
del adulto.
Desde el área trabajamos con ambos tipos de juego y consideramos que resultan cada vez más necesarios espacios y tiempo de juego no dirigido. En la actualidad la mayoría del tiempo de actividad física de l@s niñ@s está dirigida. Es muy importante dejar un espacio para que el
niñ@ improvise y sea capaz de crear sus propios juegos.
De este modo, al menos una vez al mes realizamos Juego Libre en Educación Física disponiendo del material y el espacio que cada cual desee, teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
.- Compartir materiales y espacios equitativamente.
.- Recoger entre tod@s todo hayamos o no hayamos jugado con los materiales.
.- No generar ningún tipo de basura.
.- Cuidado del material y responsabilidad y seguridad en el juego.
En este caso modificando los espacios y los materiales: Pabellón, Finca de Rosequillo, Espacio Lúdico frente al ayuntamiento.
El adulto debe estar presente pero como
observador y sólo intervendrá si hay una situación
de riesgo o si el niño se lo pide.
Ah!! Y echar unas fotucas para el blog, con la intención de capturar esa espontaneidad en el juego. Iremos incluyendo más.